El huerto medicinal en macetas

Tener a mano ciertas plantas medicinales resulta muy práctico para remediar molestias o afecciones cotidianas sin echar mano de fármacos, resulta más barato, más sostenible y en muchos casos más saludable. Hoy os traemos una maceta-botiquín sencillísima de mantener, y que nos permite tener a mano remedios para las molestias más comunes: dolores de cabeza, resfriados, indigestiones, etc.

Este mini huerto medicinal está diseñado para macetas con un diámetro mínimo de 30 cm, con capacidad para mínimo 12 litros, es el volumen mínimo necesario y la achura suficiente para que estas, aun estando juntas, no se agobien las unas a las otras.

El botiquín cuenta con 4 plantas escogidas por sus conocidas propiedades medicinales y porque son unas todoterreno, se conforman con un rincón soleado. Si vives en una zona muy calurosa, te recomiendo dividir la maceta en dos: por un lado, la salvia y el tomillo que se conformarán con poco riego, pero la menta y el poleo necesitarán algo más de agua en estas condiciones. Separando las macetas según sus necesidades de agua, podrás tenerlas más felices y contentas.

Salvia

Esta aromática lleva siendo utilizada por sus propiedades medicinales desde la antigua Grecia. Está considerada una curalotodo, entre sus propiedades se encuentran:

• Potenciadora de la memoria
• Diurética
• Calmante del tracto digestivo
• Tratamiento de resfriados, toses y congestiones, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes.
• Alivio de los síntomas de la menopausia.
• Astringente, ayuda a la cicatrización de llagas y úlceras.

Cómo cuidarla

Es una planta perenne a la cual no le gustan nada los suelos encharcados y le encanta el sol. Puesto que la estamos cultivando en maceta conviene podarla de vez en cuando para que no se haga grande y leñosa (la buena noticia es que podemos hacerlo según nos hagan falta sus hojas, que son las que utilizaremos para aprovechar sus propiedades). Si queremos conservar unas cuantas hojas para cuando nos haga falta, podemos secarlas siguiendo el método tradicional de secado de aromáticas.

Cómo prepararla

• En infusión: añadir unas hojas de salvia al agua hirviendo y dejar hervir durante 10 minutos. Se puede añadir a cualquier otro té o infusión.
• Puedes hacer miel de salvia, poniendo un puñadito de hojas en un bote de miel y calentando al baño maría durante una hora. Añadir esta miel al típico remedio de limón y miel para resfriados y gargantas incrementará sus propiedades curativas.

Tomillo

El tomillo es una planta que se adapta perfectamente a la vida en maceta. Contiene un aceite esencial llamado timol, al cual se le adjudican muchísimas propiedades, las más conocidas son:

• Antiséptico: añadirlo a la receta anterior de miel de salvia convertirá esa miel en una pócima con superpoderes antiresfriado (y un sabor delicioso – os lo aseguro-)
• Antioxidante: El tomillo tiene una variedad de flavonoides como la luteolina, apigenina y naringenina, que lo hacen una buena fuente de antioxidantes. El tomillo también es una buena fuente de hierro, manganeso, calcio y fibra.
• Broncodilatador: especialmente indicado para congestiones de pecho y asma.

Cómo cuidarlo

Tiene unos requerimientos muy similares a la Salvia: sol, poca agua y poda regular para evitar que se ponga leñosa y conserve su ternura.

Cómo prepararlo

• Infusión
• Miel de tomillo
• Aceite para masajes y baños: llena un bote esterilizado con un puñado de flores y hojas de tomillo y rellena con tu aceite favorito (oliva, almendras, coco..) deja reposar durante dos semanas y cuélalo. Lo podrás añadir al baño o utilizarlo para masajes cuando tengas los músculos y articulaciones doloridos.

Menta

La menta es la hierba estrella para los problemas digestivos, ya estemos hablando de una digestión pesada después de una comilona o pasemos a cosas más delicadas como el síndrome el colon irritable, sus propiedades antiespasmódicas ayudan a reducir los espasmos musculares y a aliviar el dolor estomacal.

Cómo cuidarla

La menta es una superviviente, con un poco de sol y agua tendrá más que suficiente para crecer como loca. Es importante controlar su crecimiento cortándola de vez en cuando (añadirla a tés, infusiones e incluso platos la mantendrá en su sitio)

Cómo usarla

• Infusión

Poleo menta

De la familia de la menta, es conocida por sus propiedades:

• Carminativas: alivio de gases
• Antibacterianas
• Digestivas

No es conveniente utilizarla durante el embarazo y la lactancia.

Cómo cuidarla

Tiene los mismos requerimientos que su prima-hermana, la menta. Podemos ir cosechándola conforme la vayamos necesitando.

Cómo utilizarla

Su uso más conocido es en infusión, añadiendo las hojas al agua hirviendo y dejándolas durante 10 minutos.

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Entre sus propiedades se encuentran:

• Potenciadora de la memoria
• Diurética
• Calmante del tracto digestivo
• Tratamiento de resfriados, toses y congestiones, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes.
• Alivio de los síntomas de la menopausia.
• Astringente, ayuda a la cicatrización de llagas y úlceras.

Cómo cuidarla

Es una planta perenne a la cual no le gustan nada los suelos encharcados y le encanta el sol. Cuando se cultiva en maceta conviene podarla de vez en cuando para que no se haga grande y leñosa (la buena noticia es que podemos hacerlo según nos hagan falta sus hojas, que son las que utilizaremos para aprovechar sus propiedades).

Cómo prepararla

• En infusión: añadir unas hojas de salvia al agua hirviendo y dejar hervir durante 10 minutos. Se puede añadir a cualquier otro té o infusión.
• Puedes hacer miel de salvia, poniendo un puñadito de hojas en un bote de miel y calentando al baño maría durante una hora. Añadir esta miel al típico remedio de limón y miel para resfriados y gargantas incrementará sus propiedades curativas. Mano de santo.

Tomillo

Esta aromática lleva siendo utilizada por sus propiedades medicinales desde la antigua Grecia. Está considerada una curalotodo, entre sus propiedades se encuentran:

• Potenciadora de la memoria
• Diurética
• Calmante del tracto digestivo
• Tratamiento de resfriados, toses y congestiones, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes.
• Alivio de los síntomas de la menopausia.
• Astringente, ayuda a la cicatrización de llagas y úlceras.