Las zanahorias, Daucus carota, es una planta bienal famosa por sus crujientes y sabrosas raíces ampliamente utilizadas en cocina, sobre todo en ensaladas y repostería. Son cultivos de clima frío que resisten muy bien las heladas de primavera y otoño. Una de las ventajas de las zanahorias es que las podemos cultivar durante todo el año, además su gran variedad de colores hacen de la zanahoria un alimento muy vistoso en nuestros platos. Las variedades que os recomendamos para cultivar en casa son: chantenay, nantesa y zanahoria morada.
Consejos para el cultivo de zanahorias
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1 – Las zanahorias crecen muy bien en suelos con un pH comprendido entre 5,5 y 6,8. Uno de los mayores problemas a la hora de cultivar zanahorias ya sea en casa o en nuestro huerto es la estructura del suelo, esto nos dará más quebraderos de cabeza que cualquier plaga que podamos tener. Precisaremos de un suelo que no se encuentre altamente compactado, pues esto impedirá a la planta desarrollarse correctamente. Si decidimos cultivar zanahorias en macetas, jardineras o incluso en una mesa de cultivo tendremos que tener en cuenta la profundidad del recipiente (de unos 20 cm). También precisaremos de un suelo rico en materia orgánica, aplicar una buena dosis de compost o humus de lombriz siempre nos vendrá muy bien.
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2 – Las zanahorias crecen especialmente bien con temperaturas comprendidas entre los 15 y los 21 grados centígrados. Con temperaturas superiores a los 24 grados centígrados las zanahorias no crecerán mucho, se quedarán más cortas, mientras que en temperaturas más fresquitas las zanahorias crecerán en longitud y serán más puntiagudas.
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3 – El riego es muy importante, sobre todo para las zanahorias. Requieren de abundante agua para desarrollar bien sus raíces. Para germinar las semillas será imprescindible que el sustrato de nuestra maceta o el suelo de nuestro huerto se encuentre húmedo. Recordemos que aunque estemos ante un cultivo que requiere mucha agua no hay que saturar el suelo con ella. Una buena opción es instalar un sistema de riego por exudación, ¡lo mejor eficiencia y ahorro de agua!
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4 – Para evitar problemas, ya lo dice el dicho: “Más vale prevenir que curar”. No sembraremos zanahorias donde ya hayamos cultivado zanahorias o perejil con anterioridad. Utilizar un sistema de rotación de cultivos o la técnica del huerto en 1 m2 será primordial. De esta forma evitaremos problemas asociados a plagas que se dan cuando repetimos cultivo en un mismo lugar.
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5 – A las zanahorias les encanta el potasio y el fósforo, para su correcto desarrollo usaremos un fertilizante rico en estos compuestos. Por otra parte, si hay algo que no les gusta mucho a las zanahorias es el nitrógeno, evita el uso de productos fertilizantes que contengan nitrógeno. También destacar su sensibilidad a la sal, no siembres zanahorias en suelos que contengan un alto contenido en sodio.
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