Empezar a realizar tus propias conservas no es tan difícil como parece, y además, tiene muchas ventajas. Sabes exactamente cuál es el contenido de tu salsa de tomate, consigues recetas únicas y para chuparse los dedos y sobre todo, consigues aprovechar al máximo los productos de temporada almacenándolos para todo el año.
No es necesario disponer de una gran despensa o almacén, la cantidad de espacio dependerá principalmente del volumen de tus cosechas. Un armario de cocina puede hacer perfectamente el papel de mini-despensa para un huerto urbano.
Con Julio empiezan las abundantes cosechas, y por tanto, nos ha parecido un buen momento para introducir este tema. Hoy nos centraremos en unos truquitos básicos para conservar nuestras cosechas el máximo tiempo posible.
Algunos principios básicos para conservar durante más tiempo nuestras cosechas son:
- Garantiza una buena aireación: no guardes las cosas en bolsas de plástico, las cajas de madera de listones (las típicas de la fruta) conservarán el producto durante más tiempo
- Guarda las frutas y verduras bien limpias: elimina los restos de hojas y tierra con un trapo seco o papel de cocina (no los limpies con agua)
- Busca un lugar con poca luz, esta favorece la germinación de los tubérculos y acelera el proceso de maduración de las frutas y verduras. Atención: con las cebollas y los ajos ocurre al revés, germinan en la oscuridad, dales un poquito de luz.
3 Métodos sencillos de conservación
1. Cajas
Cultivos como las calabazas, calabacines, peras y manzanas se conservan muy bien (mejor incluso que en la nevera) en cajas recubiertas de papel (vigila que no esté impreso en tinta de color, pues esta tinta puede contener metales pesados, no quieres eso en tus calabacines). Colócala los frutos separados unos de otros, para permitir la ventilación y guarda la caja en un lugar limpio y fresco.
Nota: desecha esos pobres ejemplares que tengan agujeros o que no veas muy finos (esos directamente a la sartén) pues madurarán mucho más rápido y pueden provocar la maduración del resto (especialmente en el caso de las manzanas)
2. Trenzado
Esta técnica es especialmente indicada para ajos y cebollas, pues permite que se seque la parte externa, conservando así el producto hasta 6 meses. Además, el hecho de conservar los tallos hace que los bulbos sean más resistentes a hongos y que se conserven durante más tiempo.
Lo único que debes hacer es limpiar con un paño seco los ajos de tierra y trenzar los tallos mientras siguen frescos. Puedes colgarlo en un lugar ventilado y con luz en la cocina y empezar a usarlo cuando quieras (los de las primeras semanas estarán frescos, los de los últimos meses estarán secos, pero conservarán el sabor y las propiedades)
3. Cajas + arena
Este es un viejo truco de granjero, que con una pequeña adaptación sirve también para nuestros huertos urbanos. Antes era muy común enterrar las hortalizas de raíz: zanahorias, remolachas, patatas, nabos, rabanitos… y de este modo se conservaban durante meses. Pues bien, resulta que funciona exactamente igual de bien realizando esto a pequeña escala, una simple caja rellena de arena nos permitirá conservar los productos durante mucho más tiempo sin necesidad de utilizar electricidad. El truco está en: capa de arena, capa de hortaliza, capa de arena, y así hasta arriba. Podrás conservar tus hortalizas de raíz durante 6 meses (repetimos, 6 meses!) en el frigo empiezan a ponerse pochas en menos de un mes.
¿No es genial que se pueda conservar más comida (y cultivada por nosotros), durante más tiempo, en poco espacio, y de manera más eficiente?
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